domingo, 16 de noviembre de 2008


Uno de los expertos líderes británicos en salud mental ha aconsejado a los padres que rechacen años de convencionalismo y permitan a sus hijos dormir en la cama con ellos hasta la edad de cinco años.
Margot Sunderland directora de educación del Centro de Salud Mental para Niños en Londres, dice que esta práctica conocida como “colecho”, hace que los niños crezcan como adultos calmados y saludables. Sunderland, autora de 20 libros, subraya su consejo en “La ciencia de la paternidad” que será publicado a finales del mes. Ella está tan segura de sus hallazgos en este nuevo libro, basado en 800 estudios científicos, que ella está haciendo un llamado a los visitantes de salud para que hagan artículos con hechos sobre como educar a los papás en el tema de “colecho”. “Estos estudios deberían ser diseminados ampliamente a los padres”, dice Sunderland. “Yo simpatizo con los gurús de la crianza – por qué deberían conocer la ciencia? El noventa por ciento de éstos son tan novatos que ellos deberían saber esto ahora. No hay absolutamente ningún estudio que diga que es bueno dejar llorar a los niños. Ella argumenta que tal práctica, común en la Gran Bretaña de entrenar a los niños a dormir solos desde las primeras semanas de nacido es dañino, porque cualquier separación de los padres incremente el nivel de hormonas del estrés como el cortisol. Sus estudios están basados en avances en el entendimiento científico desde hace 20 años de cómo el cerebro de los niños se desarrolla. Y otros estudios usando escaneres para analizar como ellos reaccionan en particulares circunstancias. Por ejemplo, un estudio neurológico de hace tres años, muestra que un niño separado de alguno de sus padres experimenta una actividad cerebral similar al dolor físico. Sunderland también cree que esta práctica tan concurrida está basada en actitudes sociales que deben ser abandonadas. “Hay un tabú en este país acerca de que los niños deben dormir con sus padres”, ella dice. “Lo que yo he hecho en este libro es presentar la ciencia. Estudios de todo el mundo muestran que el colecho, hasta la edad de los cinco año es una inversión para el niño” Ellos pueden experimentar la ansiedad por la separación hasta la edad de los cinco años y más allá, lo cual les puede afectar más tarde en la vida. Esto es calmado por el colecho”. Los síntomas también pueden ser físicos. Sunderlan cita un estudio que encontró que el 70% de las mujeres que no han sido confortadas cuando ellas lloraban de niñas desarrollaron dificultades digestivas siendo adultas. El libro de Sunderland la pone al nivel de la ampliamente leída gurú de la crianza Gina Ford, cuyos consejos son seguidos por miles. Ford aboga por el establecimiento de rutinas de dormir para bebés desde una temprana edad “lejos del resto de la familia” y enseña a los bebés a “dormir sin asistencia de los adultos”. En su libro: “The complete sleep guide for contented babies and toddlers”; ella escribe que los padres necesitan tiempo para ellos. “Compartir cama… muy a menudo lleva a los padres a dormir en cuartos separados” y madres exhaustas, una situacinón que pone enorme presión en la familia como un todo.” Anette Mountford, jefe ejecutivo de la organización de crianza Famili Links, confiró que la norma para los niños en Gran Bretaña era la de animarlos a dormir en cunas y camas, a menudo en cuartos separados, desde temprana edad. “Los padres necesitan su espacio”, ella dice. “Hay beneficios definitivos al animar a los niños a dormir en su propia rutina y su propio espacio.” Sunderland dice que poner a los niños en sus propias camas desde las pocas semanas de nacido, aun cuando estos lloren en la noche, ha mostrado un incremento en el flujo de cortisol en el cuerpo. Estudios de niños menores de cinco años han mostrado que en más del 90%, el cortisol se eleva cuando ellos van a la guardería. Y cae en 75% cuando ellos regresan a casa. Profesor Jaak Panksepp, un neurocientífico de la Universidad Estatal de Washington, quien ha escrito unas palabras para este libro, dice que el argumento de Sunderland es coherente con la neurociencia. Una sociedad que sea sabia lo tomará con el corazón”. Sunderland argumenta que poner a los niños a dormir solos es un fenómeno occidental peculiar que puede incrementar el riesgo de muerte de cuna, también conocido como Síndrome de Muerte Súbita (SMS). Esto posiblemente causado por que el niño pierde el efecto calmante en su respiración y en su función cardíaca que proviende de estar cerca de la madre. “En Gran Bretaña, 500 niños al año mueren de SMS”, Sunderland escribe. “En China, donde el colecho es algo común, la muerte por SMS es tan rara que incluso no tiene nombre.”

viernes, 14 de noviembre de 2008

EL APEGO

PRACTICA Nº: 3

  1. ¿Qué conclusiones se pueden extraer de semejante investigación?

En la mayoría de las ocasiones las madres actuan con sus hijos como ellas han sido tratadas por sus respectivos padres, y el modelo ideal es el apego seguro. Aunque esto no siempre se cumple puesto que hay excepciones como es el caso de las madres jóvenes de hoy en día que no tienen un comportamiento similar al que recibieron en su infancia.

2. ¿En qué debe fijarse un educador para saber si el apego del bébe es seguro o inseguro?


El educador debe fijarse:

  • En caso de ser seguro, se dará cuenta de que el niño explora libremente mientrás él esta presente y en el reencuentro se siente feliz por verle, habiendo contacto entre ambos.
  • De ser inseguro-evitativo, el niño explora con libertad pero ignora al cuidador evitándole en el reencuentro.
  • En el inseguro-resistente/ambivalente, el niño se resiste a la exploración, se preocupa en el cuidador y manifiesta un estado de ánimo de enfado. En el reencuentro no quiere contacto con el cuidador a pesar de buscarlo. Al niño no le resulta fácil volver a jugar por su enfado.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Práctica nº 2

Práctica nº 2

  1. ¿En qué etapa del desarrollo sensorial se encuentra el niño que se describe en el texto? Justifica tu respuesta.

    “PRIMER CASO” (Bebé de siete mese que busca a su madre bajo la manta)
    En este caso el niño se encuentra en la cuarta fase o de las nuevas adaptaciones y anticipaciones. El niño es consciente de que a pesar de que la madre esté cubierta con una manta, y él no la pueda ver, sigue allí y hay una intención de levantar aquello que la cubre y encontrarla.
    “SEGUNDO CASO” (Bebé de cuatro mese con el que realizan la investigación)
    Pertenece a la tercera fase o procedimientos para alargar las imágenes interesantes, según Piaget, por la edad en la en que se encuentra. Realmente el experimento que se realizó posteriormente demostró que el niño pertenecía a la cuarta etapa a pesar de que la edad no se corresponde con ella. Esto se debe a que Piaget tuvo el error de no tener en cuenta que los niños a edades muy tempranas son más inteligentes de lo que creía. A pesar de este error la mayoría de los teóricos evolutivos respetan el trabajo de Piaget y reconocen sus ideas más básicas.

  2. ¿Qué diferencias existen respecto a las acciones que se desarrollan en el estado anterior?

    PRIMER Y SEGUNDO CASO”
    La diferencia que existe entre la cuarta etapa y la anterior (procedimientos para alargar las imágenes interesantes) es que el niño tiene una visión del mundo muy reducida puesto que todo lo reduce a su campo de visión, es decir, aquello que no ve no existe y viceversa. Por tanto, en el momento en que su madre se cubre, para él desaparece.


  3. ¿Se puede decir que existe una intención en esta conducta? ¿Por qué?

    “PRIMER CASO”
    Sí, existe una intención en la conducta del niño puesto que él es consciente de que su madre está debajo de la manta y tiene la intención de levantarla.
    “SEGUNDO CASO”
    Hay un intención cuando el niño, como muestran los informes posteriores al experimento, muestra una mayor atención por el caso imposible que por el posible.